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El debut de Caifanes: un inicio mágico

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Caifanes es sin duda una de las agrupaciones más importantes del rock mexicano.

Con solo 4 discos de estudio lograron colocar varias canciones dentro del grupo de himnos del rock mexicano.

Pero como toda banda, estuvieron picando piedra en el underground y así fue como se dio su debut.

El debut de Caifanes fue el 11 de abril de 1987

Los inicios de Caifanes datan de finales de 1986.

Luego del truene de las Insólitas Imágenes de Aurora, Saúl Hernández y Diego Herrera se conocieron y tras varias charlas deciden trabajar en un nuevo proyecto.

Al poco tiempo se integró Sabo Romo, el baterista Juan Carlos Novelo y el guitarrista Santiago Ojeda (quien después se unió a Botellita de Jerez).

En diciembre de ese 1986 pudieron grabar un demo con 4 canciones, lo cual elevó las aspiraciones de la recién nacida banda.

De esta manera se fueron creando las bases del grupo hasta que finalmente a finales de marzo de ese año consiguieron su primera tocada y ni más ni menos que en Rockotitán.

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En efecto, se presentarían el 11 de abril como banda abridora de Neón.

Pero surgió un inconveniente: se quedaron sin baterista, ya que Novelo se iría de gira con Tania Libertad.

Ante esto, Saúl optó por acercarse a Jorge «El Gato» Arce, baterista de Ritmo Peligroso, y pedirle que les hiciera el favor de apoyarlos en el debut, petición que fue aceptada con entusiasmo por el bataco.

Así se pusieron a ensayar en la casa de Federico Fong. «Cuéntame tu vida», «Nada», «Amanece», «Te estoy mirando», «Mátenme porque me muero», fueron algunas de las canciones que prepararon, además de un «as bajo la manga»: la «Negra Tomasa».

En efecto, en esos ensayos nació esa canción, la cual contemplaban para el cierre del show a manera de desmadre.

Llegó el 11 de abril y la alineación de esa noche era el quinteto conformado por Saúl Hernandez en guitarra y voz, Sabo Romo en el bajo, Diego Herrera en los teclados y Jorge «El Gato» Arce en la batería y Santiago Ojeda en guitarra.

Fernando Arau, el actor mexicano, hermano de Sergio de Botellita de Jérez (ambos eran dueños de Rockotitlán) los presentó como la «Selección Resto del Mundo del Rock Mexicano», gracias a que los Caifanes tenían experiencia en otras bandas conocidas.

A pesar de ser su primera experiencia como banda frente a una audiencia, lograron conectar con la gente gracias a su propuesta fresca y lejana a lo que estaba sonando en ese entonces en el país.

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En verdad lograron impactar y más aún presentando la «Negra Tomasa», la cual dejó estupefacta a la raza presente.

El grupo tuvo una segunda presentación ahí mismo días después, ya con Alfonso André integrado al grupo.

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A partir de ahí se dio un camino ascendente con la publicación de los sencillos de «Mátenme porque me muero» y «La negra Tomasa», potenciando así el lanzamiento de su primer LP en 1988, «Caifanes I».

Lo demás lo conocemos todos: éxitos totales en ventas en el Caifanes II (publicado en 1990, mejor conocido como «El Diablito»), «El Silencio» (1992) y «El Nervio del Volcán» (1994), así como giras por todo México, Estados Unidos y parte de Latinoamérica.

Con los éxitos llegaron los escándalos, un rompimiento, un reencuentro y «la mata sigue dando», el grupo sigue de gira moviendo a una gran cantidad de fans que permanecen fieles al legado caifanesco.

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